Cuando cayeron los
edificios nadie
imaginó lo devastador
que había sido ese instante
esos dos minutos y algo más
que duró el terremoto
nadie imaginó
las cruces
que aparecerían flotando
en las aguas del tsunami
ni los muertos y desaparecidos
más que un día
bajo la dictadura militar
de Chile
nadie imaginó que
su hijo quedaría
atrapado en la escalera
menos que llegaría
maquinaria pesada
a rescatar a los aún
atrapados bajo toneladas
de hormigón y concreto
y sillas lozas mesas espejos
hechos trizas
nadie imaginó siquiera
menos una madre
que besaría
por última vez
a su hijo
y guardaría
para siempre
el celular
que marcaba
el número de su
novia
No hay comentarios.:
Publicar un comentario