Estás otra vez hablando
destrás de mí
como si yo fuese un vulgar aparecido
de tierras baldías cementerios castillos abandonados
etcétera como si yo fuese un cómico
de circo barato -me gustan los circos, por cierto, aunque
tengo algunos reparos respecto a los que se presentan
en televisión o en los mall-, como si yo fuera
la estampa de un héroe patrio o la emulación
de un bailarín de danza moderna japonés
como si yo fuera un dios griego apolillado
precisamente en algún rincón oscuro de tu cabeza
-eso está bien, pero esto no es un sueño-
Sigues hablando detrás de mí
tengo claro lo de tu otoño
y las bancas tristes de las plazas en invierno
o el verano con gente vista al mar
en fin
he detenido la radio
ya no quiero volver a escuchar esa voz
-son demasiados los detenidos desaparecidos
y los hijos que ya no lloran a sus padres
y las madres volcadas sobre sus ceniceros-
Iremos a pasear por el museo de la memoria
Allí podremos estar muy solos y besarnos
mientras subimos una escalera que no va
a ninguna parte sino al mismo muro
donde una vez grabé tu nombre, Muerte
No hay comentarios.:
Publicar un comentario