que mueve su mano
entonces estamos ante
el instrumento de la soledad
que comienza a labrar
en nuestros pensamientos
la elevación del vacío
y en nuestros corazones
la infinitesimal angustia del universo
Cité clandestino * Dos almas en pena aparecieron cierta noche Ella más esbelta que él él un náufrago De una tierra miserable Se metieron a ...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario