Siembra en tus párpados la ternura
porque la fría piedra en tu ojo negra
es el mar que viene como un búfalo
arrasando todo aquello que tanto tuviste
has que desarrolle la ternura en ti
mientras boca abajo escuchas los sonidos
que acallaron los deformes momentos
como el azogue envenenando tu vena
ves que se encienden las habitaciones
las huellas están allí muy señaladas
más allá observas un desierto amarillo
en las fronteras sonríes luchando aún:
un muro al parecer infinito alto y blanco
untas tu mano con tu corazón palpitando
miércoles, junio 29, 2011
martes, junio 21, 2011
UNA ROSA ROJA PARA MI MADRE
visito cada enero con una rosa roja
el número uno cementerio de Iquique
y subo la enclenque que arriendan
en la entrada escalera hacia tu nombre
asciendo sin ángeles ni demonios único
movido por la conmoción y contra el olvido
abandonando detrás la sombra de mi ira
y el enojo contra la muerte sorpresiva
alcanzo al fin en las alturas el jarrón de cristal
donde pongo la roja rosa al centro de tu ideal
corazón y como una fiera me estorbo entre
la razón y los días que me quedan por vivir
entonces miro hacia abajo y la sombra roja
de la rosa cubre la mía acunada en tu abraso
(abraso es intencional, de abrasar: quemar, reducir a brasas)
viernes, junio 17, 2011
CISNE
abstracto como las letras y el álgebra
blancura del hueco abisal o la lumbre
la niña dulce en el abismo de la vesanía
los ojos del imperio de la razón fraccionado
etéreo tal vez como el afán monstruoso
del homicida o como la lenta caída oscura
en el regazo inmisericorde del cáncer
o el céfiro raudal que indica relámpago
pero tierra al fin que emana junto al ser
ardiendo en la misma oscuridad de la noche
como una antorcha hecha de tiempo
guitarra que ya no vibra la cuerda
la blanca nota unificadora y universal
el uno del todo masificado en el punto
miércoles, junio 15, 2011
HAY PEDAZOS DE OTOÑO FLOTANDO EN TU CARA
hay pedazos de otoño flotando en tu cara
los ríos se alejan de ti hacia otro abismo
no sé si dentro del espejo habrá sangre
o un mero azogue dentro de un muro
hay pedazos de otoño flotando en tu cara
a muchas preguntas inciertas respondes
conjeturando si estás tan viva como pensabas
o como te imaginaste en un sueño pueril
hay pedazos de otoño flotando en tu cara
y lagos azules evaporándose tan raudo
que no te dan tiempo de fundirte al misterio
hay pedazos de otoño flotando en tu cara
y un circo infinito que reitera un único número
tu boca atrapada a otra boca que te imita
martes, junio 07, 2011
LA SOMBRA
la sombra germina dentro de los laberintos de la voz
aún cuando pierde los campos minados en el cuerpo
y los años economizando la hiel y la bilis y la amarga
saliba con que solemos cubrir los pasos del éxito
en algún vericueto obsceno de la urbe enérgica
el feto traslúcido se arrepuja adosado al muro
y crece como una verruga negra relumbrando
con la misma furia del océano en la tempestad
acontece que ya roble su vaciedad es como escama
sin locura sin aliento sin la fantasía y el frenesí
que impele al sueño a trastocarse en pura realidad
toda sombra no es si no lo otro que fue y acontece
sobre el páramo y es otra sombra que arde y es llama
y licúa la existencia como río huero que no llega al mar
aún cuando pierde los campos minados en el cuerpo
y los años economizando la hiel y la bilis y la amarga
saliba con que solemos cubrir los pasos del éxito
en algún vericueto obsceno de la urbe enérgica
el feto traslúcido se arrepuja adosado al muro
y crece como una verruga negra relumbrando
con la misma furia del océano en la tempestad
acontece que ya roble su vaciedad es como escama
sin locura sin aliento sin la fantasía y el frenesí
que impele al sueño a trastocarse en pura realidad
toda sombra no es si no lo otro que fue y acontece
sobre el páramo y es otra sombra que arde y es llama
y licúa la existencia como río huero que no llega al mar
viernes, junio 03, 2011
SIEMPRE EL CIELO
siempre el cielo y su luna negra cerril
las diminutas presencias de las almas
los gritos cifrados de la profunda oscuridad
los números y las letras encadenando el tiempo
son miradas inmemoriales y perdidas
iluminando tu taza de café y tu sombra
en recónditos y remotos lugares se fusiona
la decrepitud y la novedad elegantemente
estamos solos en este cuarto iluminado
amorosamente por un vano candil
yo me he puesto a lavar la loza blanca
miramos hacia la noche apoyados en el alféizar
otros ojos quizá contemplan nuestros iris iridiscentes
arriba siempre el cielo y su luna negra cerril
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