jueves, mayo 21, 2009

HABIA UNA VEZ

Había una vez una chica mala en un bosque azul
Ella tenía un padre con un ojo metálico gris
la gente se reía a gritos cuando la chica iba de compras
era una historia muy vieja entonces quiso venganza

Una mañana salió de casa y ya nunca más volvió
el bosque se puso blanco y su padre envejeció
mientras su ojo metálico rodaba tal un experimento
del recordado Galileo Galilei en la obra de Brech

Así pasaron los años y llovió y nevó mucho en ese
malvado pueblucho, pero la chica mala no retornaba
Entonces una noche se escucharon estampidos de fuegos
de artificios, todo mundo salió a mirar y vio el cuerpo

del padre elevándose por las montañas estallando
como un obus entre las trincheras de franceses y alemanes
con Trakl andando por ahí viendo las tripas calientes de
sus amigos enloquecido y furibundo susurrando a su hermana

Luego, silencio. Un silencio espantoso a tal punto que la gente
huyó histérica a sus hogares y cerraron puertas y ventanas
taponaron todo orificio y rendija, ocultaron a los pequeños
pero lo que jamás pudieron cubrir fueron sus almas perversas

Así fue como la chica mala logró su venganza, entrando por
el único sitio que no puedieron ocultar y cuando estaban en el sueño
irrumpió de pronto con su rostro desquiciado y deforme
tapiándolos para siempres en sus mentes espantadas y enfermas

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