diez hojas secas están tatuadas
por el viento y el rocío y la arena
se levanta como un tótem insensible
al transcurso y los rituales
tocando el cabello de la luna
como un amante solícito y perenne
su madera es la madera de todos los
otros árboles que permanecen y caen
en las selvas las ciudades las plazas
los aserraderos y la imaginación
su savia es el néctar con el que me alimento
sus raíces son la nervadura de la Tierra
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