Hago un alto antes de finalizar mis doce poemas de amor
porque hoy tal vez a las once y media de la mañana
tal vez a las doce del día
falleció mi querido padre
lejos en el norte de Chile
allí donde el desierto es un lagarto vivo
amarillo rodeado de sol y pedregales
y oficinas salitreras en alguna de ellas anduvo él
en más de alguna bebió una copa de vino y de vida
allí se fue mi querido viejo con su piel morena
su pelo negro y encrespado
sus ojos oscuros como el carbón de los trenes salitreros
sus manos delgadas y ágiles
sus pies sus uñas su silencio su memoria
ya no pudo más
varias veces le ganó a la muerte
pero en la última jugada no quiso jugar
llévame nomás vieja chucheta habrá dicho
a lo más antipoeta llévame no más ya ganaste
habrá imaginado como en el séptimo sello de bergman
hazte cargo de estos despojos
mis hijos y mis hijas se harán cargo de mi memoria
la pintora a lo mejor me pinta un retrato
el poeta me hará otro poema pero no el que
yo le pedí con rima a la antigua
la yogista me hará una ceremonia
la otra yogista hará iluminar al buda
el ingeniero me hará una linda máscara
de la diablada de la tirana con luces
multicolores como a mí me gustan
el contador me contará toda la genealogía
y hará el árbol más lindo de la pampa
el comerciante me enseñará los secretos del lama
(él lo sabe)
la jefa ordenará todo esto y el líder
cómo no ahora sí que veremos
si las palabras se las lleva el viento
en fin
ya me fui
para qué más
"me voy para no volver"
pero ya volví
con mi amada esposa
y mi hija Raquel
aquí los espero
dirá mi querido viejo
claro que te escribí un poema
si no entonces
para qué mierda ser poeta
chao
nos vemos
te amo
jueves, octubre 22, 2009
martes, octubre 20, 2009
DOCE POEMAS DE AMOR
11
Tengo hambre de ti
tal vez escuché en más de una canción
y leí en más de un poema
hambre de tu boca
de tu piel
de tus dedos
puede que lo haya leído en otra lengua
que no habló y que quizá hablé
en otro tiempo en otro estado en otro mundo
tengo hambre de ti inscrito en un muro
en el pedagógico en algún escaparate
de algún negocio empolvado y remoto
tal vez en la calle veintiuno de mayo
o esmeralda o merced
o en algún boliche de esos a los que solía ir
cuando los veinte años y rimbaud en la sesera
esos tugurios malolientes con vinos tres tiritones
dignos de un poeta maldito en los ochenta
la serena la clínica y tantos otros el reloj las palmeras
tengo hambre de ti rayado en las mesas circulares
pintadas de rojo con un mantel de hule
y varias botellas de vino y mucho cigarro
muchas horas ganadas a las horas
muchas noches dentro de otras noches
tengo hambre de ti
de tu boca
de tus manos
de tu piel
tengo hambre de tu orgasmo
de la luna derramándose ardiente sobre
los rieles de un tren oxidado
de los cuartos a donde te amé
de tu sonrisa y tu ropa interior
tu manera de bailar sobre la cama
y reír mientras bebo una botella de vino
tengo hambre del bar donde comíamos
a las cinco de la mañana
luego de haber hecho el amor
y luego de confabular en hacerlo de nuevo
antes que tu casa abriera sus goznes parturientos
tengo hambre de ti
de los viejos aeroplanos en los años veinte
de los poetas de montparnasse leyéndolos
como locos sentados en las bermas
buscando cigarrillos chupados y huérfanos
de nadja reinventándose en nuestros aromas
de kandinsky diluyéndose en el rojo
de una patria de poetas solitarios y alcohólicos
dylan thomas baudelaire nuestro teillier
y cómo no el granuja de sergei
tan amado su hombre negro
todos esos libros que leí recostado
en tu vientre luego del amor
con un cigarrillo humeando y un vaso de vino
y tú delirando feliz mi loco poeta
tengo a hambre de ti
mi loba mi pantera mi gata negra
mi perruna alterando los cables telefónicos
y los altavoces con un grito
más allá del grito
con la noche viniéndose entera adentro de nosotros
y el mar triste y más triste sin rugido
porque el rugido te lo tragaste tú
porque el rugido eres tú
mi loba mi pantera mi gata negra
mi perruna leyendo tres notas
que nos dan el aliento
de las notas dodecafónicas
que componen la vedadera música del universo.
Tengo hambre de ti
tal vez escuché en más de una canción
y leí en más de un poema
hambre de tu boca
de tu piel
de tus dedos
puede que lo haya leído en otra lengua
que no habló y que quizá hablé
en otro tiempo en otro estado en otro mundo
tengo hambre de ti inscrito en un muro
en el pedagógico en algún escaparate
de algún negocio empolvado y remoto
tal vez en la calle veintiuno de mayo
o esmeralda o merced
o en algún boliche de esos a los que solía ir
cuando los veinte años y rimbaud en la sesera
esos tugurios malolientes con vinos tres tiritones
dignos de un poeta maldito en los ochenta
la serena la clínica y tantos otros el reloj las palmeras
tengo hambre de ti rayado en las mesas circulares
pintadas de rojo con un mantel de hule
y varias botellas de vino y mucho cigarro
muchas horas ganadas a las horas
muchas noches dentro de otras noches
tengo hambre de ti
de tu boca
de tus manos
de tu piel
tengo hambre de tu orgasmo
de la luna derramándose ardiente sobre
los rieles de un tren oxidado
de los cuartos a donde te amé
de tu sonrisa y tu ropa interior
tu manera de bailar sobre la cama
y reír mientras bebo una botella de vino
tengo hambre del bar donde comíamos
a las cinco de la mañana
luego de haber hecho el amor
y luego de confabular en hacerlo de nuevo
antes que tu casa abriera sus goznes parturientos
tengo hambre de ti
de los viejos aeroplanos en los años veinte
de los poetas de montparnasse leyéndolos
como locos sentados en las bermas
buscando cigarrillos chupados y huérfanos
de nadja reinventándose en nuestros aromas
de kandinsky diluyéndose en el rojo
de una patria de poetas solitarios y alcohólicos
dylan thomas baudelaire nuestro teillier
y cómo no el granuja de sergei
tan amado su hombre negro
todos esos libros que leí recostado
en tu vientre luego del amor
con un cigarrillo humeando y un vaso de vino
y tú delirando feliz mi loco poeta
tengo a hambre de ti
mi loba mi pantera mi gata negra
mi perruna alterando los cables telefónicos
y los altavoces con un grito
más allá del grito
con la noche viniéndose entera adentro de nosotros
y el mar triste y más triste sin rugido
porque el rugido te lo tragaste tú
porque el rugido eres tú
mi loba mi pantera mi gata negra
mi perruna leyendo tres notas
que nos dan el aliento
de las notas dodecafónicas
que componen la vedadera música del universo.
lunes, octubre 12, 2009
DOCE POEMAS DE AMOR
10
es sensato pensar que estoy sentado aquí
es esta burda banca esperándote con un cigarrillo
en la mano y un libro sobre cualquier cosa
en este caso sobre la ciudad de Lisboa
me compré este libro tiempo atrás
-sé que nunca viajaré a ninguna parte-
me gusta el sueño del traveler
apostado en una esquina mirando al vacío
-si es que se puede mirar al vacío-
triste como una estofa -no sé lo que es eso-
triste como un gato con el espinazo pelado
tan triste que me pongo a contarme los dedos
me pongo a leerme la mano por si en las líneas
veo esa basura metafísica y sentimental
que se me atora en el ojo -en el izquierdo-
o por si me veo sobre el bote ebrio del poeta
viendo pasar como en una película a los pieles roja
-así me miento como para componerme de algo
traumático cuando no hay nada debajo del puente-
por si me encuentro ahora buda posición del loto
más allá del bien y del mal -¿en el nirvana?-
sosegado como el motor de un camión inútil
tranquilo como un soldado muerto
avispado chupando una y otra vez el pucho
con los ojos rastrillando todo matucana
pero tú no te apareces por ninguna parte
es sensato pensar que estoy sentado aquí
es esta burda banca esperándote con un cigarrillo
en la mano y un libro sobre cualquier cosa
en este caso sobre la ciudad de Lisboa
me compré este libro tiempo atrás
-sé que nunca viajaré a ninguna parte-
me gusta el sueño del traveler
apostado en una esquina mirando al vacío
-si es que se puede mirar al vacío-
triste como una estofa -no sé lo que es eso-
triste como un gato con el espinazo pelado
tan triste que me pongo a contarme los dedos
me pongo a leerme la mano por si en las líneas
veo esa basura metafísica y sentimental
que se me atora en el ojo -en el izquierdo-
o por si me veo sobre el bote ebrio del poeta
viendo pasar como en una película a los pieles roja
-así me miento como para componerme de algo
traumático cuando no hay nada debajo del puente-
por si me encuentro ahora buda posición del loto
más allá del bien y del mal -¿en el nirvana?-
sosegado como el motor de un camión inútil
tranquilo como un soldado muerto
avispado chupando una y otra vez el pucho
con los ojos rastrillando todo matucana
pero tú no te apareces por ninguna parte
martes, octubre 06, 2009
DOCE POEMAS DE AMOR
9
un árbol, un árbol largo y azul, un árbol largo y azul eres
tiene escaleras
es un zigurat
tiene salón de danza ritual
y un tigre rojo con ojos negros
además se comporta como Freud
en su mejor momento
con su estúpida pipa
razonando el subconsciente
anotando en su cuadernito todos sus sueños
los satélites de aluminio y plutonio
te dan vueltas
hay tres números que sobran en tu teléfono móvil
uno de ellos es el mío
pero no importa
no importa
las hormigas camina otra vez por la pantalla
y te llevan todo se tiñe de gris
tú eres un árbol azul
tú eres un paño
tú eres una sombra
tú eres una locomotora
tú eres una canción de protesta
tú eres un río
tú eres la carta abierta de mis sueños
tú te abres para mí
tú te abres para mí
tú te abres para mí
soñé con los futuristas
soñé con los dadaístas
soñé con los cubistas
soñe con los creacionistas
soñé con los ultraístas
soñé con los expresionistas
soñé con los surrealistas
soñé con los concretistas
soñé con los beatniks
soñé con los posmodernos
y vi la luz al final del túnel
tú allí desnuda sólo para mí
sólo para mí
una gota cae en medio del océano
es rojo
un árbol, un árbol largo y azul, un árbol largo y azul eres
tiene escaleras
es un zigurat
tiene salón de danza ritual
y un tigre rojo con ojos negros
además se comporta como Freud
en su mejor momento
con su estúpida pipa
razonando el subconsciente
anotando en su cuadernito todos sus sueños
los satélites de aluminio y plutonio
te dan vueltas
hay tres números que sobran en tu teléfono móvil
uno de ellos es el mío
pero no importa
no importa
las hormigas camina otra vez por la pantalla
y te llevan todo se tiñe de gris
tú eres un árbol azul
tú eres un paño
tú eres una sombra
tú eres una locomotora
tú eres una canción de protesta
tú eres un río
tú eres la carta abierta de mis sueños
tú te abres para mí
tú te abres para mí
tú te abres para mí
soñé con los futuristas
soñé con los dadaístas
soñé con los cubistas
soñe con los creacionistas
soñé con los ultraístas
soñé con los expresionistas
soñé con los surrealistas
soñé con los concretistas
soñé con los beatniks
soñé con los posmodernos
y vi la luz al final del túnel
tú allí desnuda sólo para mí
sólo para mí
una gota cae en medio del océano
es rojo
viernes, octubre 02, 2009
DOCE POEMAS DE AMOR
8
Vamos, querida, salgamos de aquí
esta ciudad arde
pero una oscuridad profunda nos encadena
somos esclavos de un siglo que principia
y moriremos antes que el hombre
instale su pie definitivo en la luna
dejemos que todo se venga abajo
olvidemos incluso nuestras familias
incluso las sombras que por allí quedaron
rugiendo de placer en los muros
salgamos de aquí lo más pronto posible
deja tus tacones y tus perfumes
los libros que más amaste
y la casa donde un día pusimos un árbol
vamos, querida mía, abandonemos todo
y si es necesario y existen, nuestras propias almas
contaminadas, absurdas, decadentes y bebamos
mucho vino a las puertas de ninguna parte
frente a un vidrio nulo que nada refracta
salgamos de aquí que yo tiraré todo
poemas cartas fotografías sangre
y desnudo saltaré sobre ti como un tigre
el mismo tigre de Blake
restallando en ningún cielo
Vamos, querida, salgamos de aquí
esta ciudad arde
pero una oscuridad profunda nos encadena
somos esclavos de un siglo que principia
y moriremos antes que el hombre
instale su pie definitivo en la luna
dejemos que todo se venga abajo
olvidemos incluso nuestras familias
incluso las sombras que por allí quedaron
rugiendo de placer en los muros
salgamos de aquí lo más pronto posible
deja tus tacones y tus perfumes
los libros que más amaste
y la casa donde un día pusimos un árbol
vamos, querida mía, abandonemos todo
y si es necesario y existen, nuestras propias almas
contaminadas, absurdas, decadentes y bebamos
mucho vino a las puertas de ninguna parte
frente a un vidrio nulo que nada refracta
salgamos de aquí que yo tiraré todo
poemas cartas fotografías sangre
y desnudo saltaré sobre ti como un tigre
el mismo tigre de Blake
restallando en ningún cielo
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Cité clandestino * Dos almas en pena aparecieron cierta noche Ella más esbelta que él él un náufrago De una tierra miserable Se metieron a ...
-
Ya está la muerte rondando en mis pies veo el cielo oscuro como perro furioso venir hacia mí ya mi voluntad es como crema o como una ola que...
-
Hay puentes que miran hacia el horizonte. El mar está en calma y azul. No nos gobierna el soplo del viento ni el transcurrir de las estrella...